Te dije adiós
y luego, regresé,
sobre mis pasos.
Seguí las huellas
dejadas en la arena
por tus playeras.
Pasos de niña
mezclados con sirenas
y con resacas.
Me vino un cuento,
de pronto, sin testigos,
con tu recuerdo.
Eran mil sueños
creados en la mente
con ilusión.
Les daba nombres
a todas las personas
y situaciones.
A los rincones,
al mar y hasta el silencio
que tú dejabas.
Pero, en el fondo,
marchabas, a lo lejos,
sin rumbo fijo.
Tras el ocaso
las puertas de la noche
se iban abriendo.
Rafael Sánchez Ortega ©
03/07/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 22 de octubre de 2021 a las 08:33
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Mariela Briceño Fuentes🦄, alicia perez hernandez
Comentarios1
Realmente hermoso. Un placer leerte mi estimado amigo. Un fuerte abrazo, poeta .
Gracias Mariela.
Un abrazo.
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