Soy vulnerable a la nostalgia
a la tristeza y a la melancolía,
al quebrantamiento, al miedo,
a todo lo que no quiero sentir.
Al derrumbamiento de la gran construcción paterna,
a la ruptura de los lazos más fuertes,
a la lejanía de mi hijo,
a su indiferencia y su desprecio.
Ni siquiera puedo creerlo;
lo sufro, lo siento.
Es latente e inevitable,
horroriza mi alma, me causa desaliento.
Miles de errores he cometido,
tantos, que algunos desconozco,
varios de ellos los niego
y otros… otros que cambiar no puedo.
Amargo sinsabor llevo conmigo;
impotencia, desasosiego.
Su juventud se hace rebelde ante mi experiencia,
su espíritu anhelante rechaza mis fracasos.
No puede ocultarse la verdad,
vano es su bondadoso respeto.
Parece sentir lástima y misericordia,
intenta manifestar un gran aprecio.
Caminos de la vida en diferentes direcciones,
variables actitudes y pensamientos,
circunstancias que invitan a cambiar,
frágil e inconstante imagen humana.
No quisiera nada más que conservar su amor,
merecer su admiración y respeto,
ser su ejemplo ante el bien y el mal
inspirarlo, motivarlo y fortalecerlo.
Te pido Dios que me ayudes a retomar el sendero,
que lo ilumines a él, que no se aleje de mí.
Quiero que entienda lo mucho que amo su vida
que me perdone
y me ayude a mantener vivo nuestro amor incondicional.
- Autor: Andantte (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de octubre de 2021 a las 13:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 23
Comentarios2
Estimado Cauribe1: Pese a cualquier circunstancia, tú nunca dejarás de ser su Padre, y él, nunca dejará de ser tu hijo. Fue y es tu vida. Es su vida, dos caminos distintos. Lo comprenderá un día. No te amargues, para eso están los versos, para disipar, como acabas de hacerlo.
"Escribe, Poeta, tu pluma suelta"...
Muchas gracias por su comentario, señor Bolívar Delgado Arce. Así es, escribir es un bálsamo para el alma.
Si lo que escribes, con tanto dolor y tristeza, es tu situación, puedo escucharte, quizás podamos compartir algunas estrategias para manejar una situación que es dolorosa para ambos.Por el privado, me puedes escribir. No estoy buscando clientes, ni trabajo.Percibo, como terapeuta, lo que tu voz y tus palabras me señalan.Dios te bendiga.
Buenas tardes, Raiza. Mis letras son mi desahogo; mi consciencia, mi apoyo.
Gracias por leerme y por tu empatía.
Siempre será tu decisión, yo sólo abro las manos y respeto tu postura.Dios te bendiga.
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