DILEMA EXISTENCIAL

En el silencio tormentoso de mi soledad,

escucho el sonido del silencio y la obscuridad,

y siento el enorme placer que le da a la tristeza

gobernar mi pobre y   funesta existencia...

Siento y pienso, pero mi corazón y mi alma,

nunca están de acuerdo, existen a lo mejor motivos,

como también existirán soluciones, pero igual

no hay tiempo, el camino es largo y hay que seguir.

Tal vez queden esperanzas, pero ya no hay ganas,

ya no hay impulsos que me empujen a intentar,

luchar y creer que existe una oportunidad.

Sólo me queda algo en medio de mi sufrir...

Y puede ser que tome el camino más corto,

Aún hay fuerzas para continuar; pero hay un detalle;

mi corazón saciará su sed, más no mi pobre mente;

porque jamás mi mente ha sido cómplice de mi corazón.

¿Será quizá que algún día sea capaz de reaccionar?,

¡El amor no es así! El amor no se alimenta con lo material;

el amor no se riega con mentiras, no se nutre de indiferencias;

no se trata de dar un paso al frente y ¡dos hacia atrás!

El amor tiene su propio color y su sentimiento

porque lo sembramos por medio de miradas y palabras,

sólo hace falta que sigas agregándole tonos diferentes

para crear el más bello paisaje, faltan caricias y detalles.

Es interminable y desalentadora mi espera;

he tratado de enseñarte piel a piel como se quiere;

cómo se ama, pero o yo soy el peor de los maestros

o tú eres la pésima de las aprendices...

Guardo en mi humilde corazón un trocito de esperanza

que le impide a la cordura cruzar el muro de la insensibilidad...

 No quiero cambiar, tú eres a quien amo

y no habrá nada que me haga dudar.