Si por casualidad en algún momento de tu vida te crees importante en algo, recuerda siempre que tan solo eres un Alma llevando un cadáver a cuestas.
Son toneladas de misérias las que existen dentro de nosotros. La pena amarga me persigue como lo hace la ave carroñera detrás de un cadáver antes de comer sus entrañas podridas
Mi llanto se rompe como una copa de fino cristal al tocar el suelo y estallar en mil pedazos, como mi corazón, que no es de piedra ni acero, es fuerte, si, revestido de una fina seda, pues siento las desgracias resbalarse como gotitas de dolor sufriendo y llorando como lloran los Ríos después de caer muchas lluvias sobre sus tejados
El poco cabello que aún me queda es la muestra de mi sufrimiento, mis brazos y manos parecen ramas de un árbol caído.
De un fiero Lobo que era, me he convertido en un viejo y manso cordero.
Ya no me queda nada, más que lágrimas de sangre derramadas por los suelos, y aunque aún conservo una fuerte mirada, escondo en lo más hondo de mi, una frágil y cansada alma desarmada en el fondo de mi trastero.
Mael Lorens
Reservado el derecho
de Autor 26/10/2021
- Autor: Mael Lorens (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de octubre de 2021 a las 17:19
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: José López Moreno., alicia perez hernandez, 🖤🍃Meigajaz ☯💞
Comentarios1
Todo pasa y todo cambia
lloran hasta las rocas
Y las estrellas se transforman.
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