UN PASEO POR TU ANATOMIA

Dos copas de vino, en esta noche serás mía,

el silencio se llena de armonía

al iniciar mi  paseo por tu anatomía.

Apresuramos la botella, caminando a la habitación,

bajo la  luna llena se desborda la pasión.

Despacio mis manos te despojan la ropa

mientras en tu cuerpo se desliza mi boca.

En tu cuello mis labios beben la miel que destila tu piel

y nuestros cuerpos desnudos se hacen un nudo.

Desciendo por tu pecho hambriento

rompiendo con mis besos el silencio,

desgastando con mi boca tus pezones

como de una rosa sus botones.

Lentamente mi lengua se abre paso por tu vientre

y en tus caderas te saboreo de muchas maneras.

Un par de besos dibujo en tu cintura,

afuera aun brilla la luna, testigo de tanta locura.

Mis dedos juegan en tus piernas,

el sudor corre y travieso soy en ellas.

Mi boca inicia el ritual de placer,

ese que a ti te hace enloquecer.

Tus dedos aruñan mi espalda

mientras  te sientes caminando por el cielo descalza.

Nuestros cuerpos bañados en sudor

suplican más calor, es momento de hacerte el amor.

Como el mar más furioso,

como el volcán que hace erupción

yo me adentro hasta en tu corazón.

Lentamente como el paso mismo de la vida

yo te hago mía.

Se levantan como soldados en el silencio

tus gemidos, mientras salvajemente

como el león hambriento que arremete

contra su presa al final del día yo te hago mía.

Un rayo de luz se cuela por la ventana

mientras te mueves deliciosamente en la cama,

cada posición es un derroche de pasión.

Se escucha un gato que maúlla,

disfrutas  al saber que mi locura es tuya.

Sentada sobre mi yo me pierdo en ti,

mis manos se deslizan en tus muslos

y yo me siento el rey de este mundo.

No existe el cansancio ni los buenos modales,

tú y yo nos hemos vuelto dos irracionales

y no hay espacio de tu anatomía

que ante mi lengua no haya caído rendida.

Llegamos al punto donde no hay tiempo,

ni espacio, ni límite, ni abecedario,

donde explota el deseo y tocamos las estrellas

y envueltos en sabanas blancas

caemos rendidos de placer al amanecer….

Ahora en mis brazos estas dormida

y yo solo deseo que despiertes

para iniciar otro paseo por tu anatomía.