Cuál brisa marina, tu voz,
suave y enérgica a la vez,
surca, dulce mis oídos,
nota acústica de tu boca,
que en mis tímpanos yace,
y renace en mi de nuevo,
Tu sonrisa amplia, fresca,
desdibuja la terca tristeza
de mis ojos, y los revive,
los deja observar el hoy,
los anima a ver, a reflejarle
a mi alma lo alegre, lo bello.
Tu mirada viva, penetrante,
iluminada, provoca mi beso
que con tu boca se confunde,
en labios de rojiza sangre,
acalorada, desbordada,
de roce, de firme contacto.
La caricia de tus manos
y esa sensación que provocas,
entre la cosquilla y el deseo,
mi piel... que se estremece,
y brota... en dulce queratósis
que templa el futuro deseo.
El palpito que, de tu corazón,
siento en el mío, al compás,
en resonante simetría, fluye
haciendo cavitar nuestra sangre,
que se templa y convulsiona
en ganas que nos desbordan.
El calor de tu piel y la mía,
se funden en mágica noche,
mientras tú voz, se intensifica,
y estalla en olas que escupen
irrepetibles palabras, de placer
de deseo y dulce éxtasis.
- Autor: Luermed_LM (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de noviembre de 2021 a las 13:58
- Categoría: Amor
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Ninfa de cristal 🧚
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