no encuentras lo que a ti te pasa,
no te buscan los viejos ni la tarde,
porque has muerto, solo, en tu casa.
No te encuentran los girasoles
ni tampoco giran cuando pasa,
se olvidaron la memoria y tu cara,
porque has muerto, sólo, en tu casa.
Volarán las grullas en otoño,
y las vides serán recolectadas,
pero nadie recuerda tus sueños
porque has muerto, solo, en tu casa.
como todos los que se mueren,
como todos los que no saben lo que a ti te pasa,
muchos girasoles que no tornasolan cuando quieren.
Nadie se dio cuenta. Nadie. Pero yo te conozco,
yo se quien eres y cómo andas.
El conocimiento que te distingue, yo sé quien eres.
Tus ganas de morir y el sabor de su sexo.
La pena de un medievo. andante caballero tosco.
La amargura de sentirte triste porque no canta.
A no tardar volará alto el cantor
un paisano tan duro, tan fiel, tan aventurero.
Él, su cantar, su bienestar que con su trino y recuerdo.
ya no me acuerdo del cierzo suave de invierno.
Alfonso J. Paredes
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Listado CEDRO
"La fina piel de la naranja"
- Autor: Alfonso J Paredes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de noviembre de 2021 a las 18:05
- Comentario del autor sobre el poema: Con el tiempo el poseedor de la muerte es olvidado en todas sus facetas, aunque siempre tiene un amigo fiel, un amigo que sabe de qué pie cojea
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Anton C. Faya, Hugo Emilio Ocanto
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