Reclinado en la cama
y absorto el pensamiento,
la escarcha que tras el cristal
se prestaba por el frío invierno,
eran sólo átomos de polvo
con el helor que llevaba dentro.
Al respirar, las paredes
del casi perfecto silencio,
me contestaban sollozando
con un malvado eco..
Por la puerta al fondo
que jamás cerró el viento,
miraron mis ojos y vieron
amores que corrían huyendo
y oscuros agujeros que
eran el mismísimo infierno.
Sin levantar las sábanas
me apresuré al sueño
y mientras más cerré los ojos,
más me dolía el silencio.
Quiso hablarme la noche
con tono serio y bohemio;
recordarme con su perfume
a la almohada aún impreso,
que hubo algún día
un amor grande como el cielo.
Aspiré la fragancia
cual campo de heno,
pero el corazón congelado
parecía témpano de hielo.
No supe que decirle a la noche,
callado, fingí estar durmiendo
hasta que la mañana
como aliada del tiempo,
se llevase a esa negrura
que me hablaba con sosiego.
Quizá, si el azul temprano,
osado siguiera insistiendo,
le hablara de puertas,
de soledades y lamentos,
de paredes que murmuran,
de rastros sin huellas
y de amores huyendo,
de un alma rota, hasta
del mismísimo infierno..
Tal vez le gritara, le gritara
desde mis adentros,
que a pesar de su perfume
a mi piel aún impreso,
a pesar de esta soledad,
que tan honda llevo por dentro
yo ya no me muero
ni como cristal me quiebro
ni me embriaga su ausencia
ni tampoco ya la quiero..
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 9 de noviembre de 2021 a las 03:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Mariela Briceño Fuentes🦄, Classman, 🖤🍃Meigajaz ☯💞, TITANIO 333
Comentarios1
Me gusta eso de poeta libre. Esta genial, me encantó leerte. Saludos.
Muchas gracias estimada
Mariela!!
Un saludo!!
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