Locura

Ella se pierde en sus propios universos

donde se vuelve poesía;

sus rimas coinciden con sus besos 

de versos consonantes con su alegría.

De ojos vivos y fugaces,

se sumerje en sus propias fantasías

donde sus curvas son audaces

en su piel de melodías.

Ella es un canto a la esperanza, 

tan ligera y fácil de emociones;

su sonrisa es digna de alabanza 

despertando en mí nuevas pasiones. 

Su postura es fábrica en sí misma

de sensualidad digna del mejor poema,

ese que en su piel se vuelve prisma

de los colores que son mi lema.

Una Mujer tan única así

no suele hallarse en cualquier parte.

Es tan rara como el brillo de su rubí

que en ojos del buen joyero es arte. 

Quizá me desvele en mis versos 

para volverlos caricias en su piel.

Y es que quisiera que notara en mis besos

que yo siempre seré su poeta fiel. 

Mis rimas se pierden fácil en su mirada, 

bajan por su cuerpo de erótica fantasía;

mis estrofas doblan su cintura encantada

para que en un gemido recite su melodía.

A veces la hallo por la orilla de la playa

elevándose en el aire desnudo del mar;

mi mirada como naufragio en sí encalla

cuando en su voz se suele calmar.

No sé en qué tiempo me siento perdido, 

al ser ella el agua que calma mi sed;

dá beber a los colores de mi desierto florido

poniendo su belleza a mi merced. 

Dice la gente que le debo olvidar, 

que podría perderme en mi amargura;

solo sé que como Mujer no la he de cambiar 

por sentirme enamorado de su locura.