A la vida le pido un cómplice,
alguien que, sin saber, de dónde vengo,
o voy, no le asusten mis heridas,
o que las sane que este dispuesta
a arremangarse, alguien que te alegre
un mal día, o lo comparta, alguien que,
esté dispuesta a despojarme las desilusiones
del alma, un cómplice, a quien,
no le pesen mis manos agrietadas,
mis pocas posesiones, mis pocos aciertos,
alguien con quién poder salir de la mano,
alguien que, al salir de su vista te busque,
con esa preocupación de haber perdido algo
importante, y, a su vez, sin prisiones,
un cómplice que sepa que el amor...
no es sólo sexo, si una caricia, un beso,
un detalle, un vino, una palabra, un cómplice,
que sepa la necesidad de la soledad,
cuando los recuerdos no entiendan de fechas
y de olvidos, un cómplice que pueda conocer
todos mis secretos, mis sentimientos,
mis dudas, alguien que llegada la noche,
le de luz a aquel rincón de mis tinieblas,
alguien que entienda mis difíciles mañanas,
donde todo es incertidumbre, alguien que,
me lleve a su presente, y aisle el mío,
un cómplice con quién reír y llorar,
alguien que puedas despedir en la noche
sabiendo que, estará cuando aclare el nuevo día,
saber que tienes un cómplice, donde tumbar
tu cabeza cuando flaqueas.
Soy cómplice también, y ofrezco lo mismo...
No lo busco...
No lo sueño...
No lo imagino...
Ni lo idealizo...
Solo pido surja de la nada, un cómplice...
con quién brindarnos todo, hasta un ocaso.
- Autor: Luermed_LM (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de noviembre de 2021 a las 12:09
- Categoría: Carta
- Lecturas: 44
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