Cuando el terco recuerdo de mi nombre
retumbe en tu memoria,
en el sueño que aflora cada noche
turbando tu descanso con voz ronca.
Cuando acaso un atisbo de nostalgia
pronuncie por tu boca
el gélido fonema que nomina
la histórica presencia de mi sombra.
Cuando errante divague en tu cabeza
mi imagen o mi forma,
y sientas que se instala la añoranza
solemne y melancólica.
Cuando evoques, quizás, algún instante
del pasado feliz en que, si a solas,
nuestros labios sellaron para siempre
el quid de nuestra historia.
Cuando al fin, del amor te entren las dudas,
o sientas con el paso de las horas
que es afecto y cariño lo que sientes
y fuego lo que añoras.
Si por suerte sucede algo de aquello
y vuelves a anhelar de mis lisonjas,
¡por Dios, ya no me llames!
No quiero más limosnas.
- Autor: Raúl Carreras ( Offline)
- Publicado: 11 de noviembre de 2021 a las 11:16
- Categoría: Amor
- Lecturas: 70
- Usuarios favoritos de este poema: 🔥Ls. Angel, 🖤🍃Meigajaz ☯💞, LORENZO ARATU, Willie Moreno, Aida ☘️💟💥💫, Martha patricia B, Rafael Escobar, Violeta
Comentarios4
Excelente!!! , me encantó, gracias mi querido amigo por tu sentir...
Abrazos infinitos...
Jaz
Gracias a ti por tu bonita compañía, Jaz.
Hermoso poema. Saludos
Muchas gracias, Aida.
Ya quedó claro amigo, es un mensaje bellamente contundente. Abracito
Muchas gracias, Martha.
Convertirse de amor en limosnero
es perder tu prestancia y bizarría
y no puedes perder tu valentía
para ser de pasión un prisionero.
El amor se regala por entero
sin quedar en sus redes atrapado
porque amor que se vive aprisionado
es lo mismo que ser un pobre ilota
que su luz libertaria tiene rota
y su espíritu tiene encadenado.
Fenomenal manera de defender la dignidad masculina cuando quieren avasallarla. Mis felicitaciones con mi fraterno abrazo
Muchas gracias, sublime poeta.
Esta vez con mi agradecimiento va mi explicación sobre el poema, que en ningún caso trata de defender dignidades masculinas, que creo que no es necesario en los tiempos que corren (más bien al revés).
Existen dos amantes que se amaban sin reparos, y la amante femenina dejó de hacerlo con frecuencia para conceder solo migajas al amante masculino. Éste se cansó, y le dice que todas aquellas veces que ahora le recuerde se abstenga de llamarle, que él ya no está solo para cuando ella quiera.
Un saludo.
Lo sé mi querido amigo. Se que poesia es poesía; a veces utópica como los que soñamos en la libertad. No creas que soy machista, pero si de espíritu libre. Fraterno siempre.
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