Nace el árbol junto al muro
que le esconde su realidad.
Pasan y pasan los años...
Unidos y separados viven
sin nada en común,
cada quien en su mundo irreal.
Árbol y muro;
muro y árbol,
unidos por el silencio, el tiempo
y la soledad.
Silencio y tiempo van tejiendo un destino.
Poco a poco va cambiando la vida.
Pasa la infancia y llega la pubertad,
y el árbol poco a poco crece,
se agitanta ante el muro
que va quedando atrás...
hasta que un día el árbol por fín lo supera,
y descubre un mundo que está más allá,
y entonces sus fuerza se engrandecen,
hasta que el árbol presiona, más y más...
Y así, poco a poco,
un inesperado día el muro se quiebra,
y queda allí, al pie del árbol,
que día tras día,
año tras año,
lo va tragando con su tronco inmenso,
y de aquel muro que dividía los espacios,
que reinaba en el lugar,
poco a poco va quedando nada,
(acaso una vieja foto lo recordará)
solo el inmenso árbol reina ahora en el lugar,
y del muro,
que acaso ya nadie recuerde,
solo piedras quedan entre las raices,
separadas por el silencio, el tiempo
y la soledad.
Frank Calle (12/ nov/ 2021)
- Autor: Frank Calle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de noviembre de 2021 a las 17:43
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, 🔥Ls. Angel, Martha patricia B
Comentarios2
La naturaleza siempre sorprende y supera la obra humana, todo es cuestión de tiempo. Buen tema lindas letras, abracito amigo poema.
Excelentes letras Frank.
Saludos desde este "Solar poético"
Un abrazo.
Malco.
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