¡Todo acaba! -me dices- muy segura
Y yo estoy rendido,
encima del gozo, con mis harapos
felices hasta mis raíces.
¡No es amor! -me dices- y tus ojos brillan
calcinando mi inocencia.
Tu piel de agua, de los ríos dulces
y escondidos, tus pies de flores juntándose
con mis piernas, estrechandose al lado mío,
que voy ardiendo como leña….!!
¡No es correcto! -me repites- y tus labios
beben de las escaramuzas
húmedas del aire que nos aprieta,
de la risa que escapa,
en la tarde encrespada
a la altura de tu rostro, avivando
en tu boca una ternura que embriaga
como un pezón de vino.
¡Yo no lo sé, pero es ella!
Como una flor furtiva
que en el horizonte se abre y sonríe,
bailando con sus ojos
de veinte años, incendiando el sueño,
moviendo todas las vestiduras
de mi ceguera.
¡No sé si es amor y no se la diferencia!
Solo sé que es una grata cruz
que clava sus áureas hostias
en mi corazón.
- Autor: Matias 01 ( Offline)
- Publicado: 17 de noviembre de 2021 a las 19:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez
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