No sé dónde poner los huesos
tan fríos tan húmedos
como corresponde a un triste solitario
irónico secretario de la herrumbre,
fastidioso cínico vestido de fatalista.
Estos huesos cilíndricos que se ausentan
y protestan e ingieren y lamentan
en tristes epitafios su insigne deterioro.
Oh huesos, epifanía distinguida
de lo puro y de lo blanco, de esos mármoles
inquietos, donde el óxido habitúa a asentarse.
Oh poltronas insolentes donde el ruido apaga
sus pobres y harapientas serpientes solazadas!-.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 18 de noviembre de 2021 a las 00:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 33
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Jorge Horacio Richino, Aitor Duarte Fernández 🏔️❄️⛏️, Alberto Diago, Kapirutxo, Freddy Kalvo
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