Tiene derecho a reírse de nosotros hasta su muerte.

 

Sabemos que la risa es buena y sana pero puede causar la muerte, si la risa la produce la sátira a las buenas gentes que nos gobiernan, a las costumbres , o los dioses que tanto nos vigilan y aman.

Y como lo que más divierte en general a las buenas gentes es reírse de los que nos gobiernan, las costumbres y los dioses, es fácil averiguar de quien se ríen en Afganistán o en España: un juez , un inquisidor, un policía, un fiscal, un político… contemplando como le sacan la lengua a un cómico un verdugo, o un periodista del sistema, cuyas últimas palabras las dirige a su auditorio en el suplicio entre carcajadas de todos ellos:

• “no sé que es peor, si sufrir todos estos tormentos que estoy pasando que me conducen a la muerte por haber hecho reír a la gente con mis actuaciones sobre ustedes , o haber perdido el sentido del humor que causan sus crueldades habiendo permanecido serio y escondido contemplándolas”

Ángel Blasco.

 

Ángel Blasco, conocido como Angelillo de Uixó, secuestrado, acosado, condenado a prisión por sus sátiras en España.

 

Dedicado a Khasha Zwan,
Los talibanes fusilan a Khasha Zwan, un conocido cómico de Afganistán, por burlarse de ellos

” Os dejo un chiste. me muero por contarlo”