Sobre agrietados paraguas
reventó el dique del cielo
saturando de humedades
los tormos en dique seco.
En la expansión de los charcos
chapotean los reflejos
de mil nubes conjuradas
contra bancales desérticos.
Los caracoles estiran
sus gelatinosos cuernos
hacia un claro entre los chorros
para salir de paseo
por resbaladizas piedras.
Los litros caen por cientos
de una desbordada atmósfera,
y se encuentran satisfechos,
al saciar sus mediciones,
los pluviómetros sedientos.
Una gota absorbe a otra
en la cima de un espejo,
y al sumar sus cuerpos bajan
sin piel que les ponga freno.
¡ Zeus, acho, cierra el tablacho
ya! que tengo el chubasquero
como un boniato licuado.
Relájate y, por lo menos,
dale un respiro a las nubes
hasta que llegue el invierno.
- Autor: Joseponce1978 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de noviembre de 2021 a las 18:26
- Comentario del autor sobre el poema: Llevábamos unos meses sin ver llover y hoy ha caído toda el agua atrasada. ¿Por qué será que cuando una gota se precipita por un cristal despacito y se une a otra gota, cogen una velocidad vertiginosa? Viva la lluvia casi tanto como los senos de Vogot.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 42
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez
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