Es un precioso día de verano
y pienso en ti.
Te imagino a mi lado paseando por la playa,
metiendo los pies en el agua
y dejando que las olas nos acaricien con sus besos
mientras la brisa del nordeste llega
y nos une más y más
con sus caricias interminables.
Tu cuerpo se estremece
y el mío le responde a través de los dedos.
Esos dedos que tiemblan,
que también acarician,
que sienten el latido de tu corazón,
que buscan la piel de tus manos,
de tus brazos,
de tu espalda,
de tu pelo,
de tus labios...
Miro a lo lejos y veo el horizonte
y en él te veo,
nos vemos.
Avanzamos,
remamos por mares remotos
y llenos de sueños,
ya que la poesía está en ellos,
en sus mares, en sus cielos,
en sus barcas y en nosotros...
Suspiras y suspiro.
Es una comunión perfecta de dos corazones
que buscan el amor cerca y lejos,
dentro y fuera,
arriba y abajo,
ya que el cielo y la tierra
están llenos de mariposas,
de hadas, de elfos,
de amantes en suma,
y de niños que intentan ser poetas,
aunque sea para unos ojos,
(sus ojos),
y por un instante,
de esta vida e infancia
que inmortalizan cada día
en el recuerdo.
Rafael Sánchez Ortega ©
10/09/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 30 de noviembre de 2021 a las 08:27
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 67
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes, Violeta, lacarmentere
Comentarios1
Un precioso día para canalizar recuerdos y hechizando el momento con estos hermosos versos, Saludos Rafael
Gracias Violeta por tu comentario.
Un saludo.
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