Parque Zódiac

¿Por qué mi casa es cuadrada?

Son solo cuatro paredes y cuatro ventanas
Y una  puerta  falsa  que no tiene salida ni entrada,

 está llena de luz.

Tengo que repartir las horas para cada ventana.
Norte, Sur, Oriente y Occidente.
Es como estar  viviendo dentro de un compás.

Vivo rodeado de verduleros en medio de la plaza del mercado. 
De brujos qué tratan de vender esperanzas e ilusiones,
pociones curativas falsas.

Me  molestan, ellos siempre tocan mis ventanas.
La puerta de escape está en el techo
y está hecha de pura luz.

Ellos no pueden alcanzarla,
la luz entra solo para mí
y no sale para los demás.

Con ventanas sólidas yo
me encuentro en una celda
tal como una bestia en jaula.

Soy el entretenimiento de los que me observan,
porque no hay puertas
para ofrecerme  algo.

 Ellos piensan y creen adivinar que  es  lo que yo quiero,
son como hienas salvajes,
 mirando a su presa  cada segundo.

Pensando  que hago entre mis cuatro paredes,
me  analizan, para ver que pueden vender.

Ellos dicen que lo saben todo,
que tiene la solución a todos mis problemas.

Y cada uno de ellos, es un presuntuoso,

 te hace creer que es mejor que los otros,
todos ellos compiten entre sí.

Quieren  que les dé un poco de mi poder;  -Mi dinero-
Para poder sobrevivir, felices chupando mi sangre como parásitos.

Todos se pelean y no se hablan entre sí,
cada uno compite con el otro
diciendo que tiene la respuesta correcta.

Pero tienen una gran presión 
y no aceptan respuestas de los otros, son egocéntricos.

Todos ellos compiten por ser los mejores.
¡Lo único  bueno para mí!
Estos vendedores  me tienen cansado.

Ya esto es un círculo ridículo,
por eso ya no abro mis ventanas para nadie y
me restrinjo de poder sentir la luz verdadera.  

Me he convertido en la imagen principal de entretenimiento
 de la plaza de mercado del parque Zódiac.