Cuando nuestra mente está en calma, y sola con el latido del corazón, podemos sentir nuestra humanidad básica, y entonces sabemos que que los mujeres y los hombres son nuestros hermanos.
Nada más que nuestro propio miedo y desconfianza, nos pueden separar del amor de nuestros amigos.Si podemos confiar en los demás, los aceptamos y disfrutamos de ellos, entonces nuestra vida será más rica y plena.
Si podemos aceptar a los demás, eso les ayudará a ser más ellos mismos, y serán más capaces de aceptarnos. Cuando nuestra mente está en calma, y sola con el latido de nuestro corazón, sabemos lo poco o mucho que la vida nos ha dado. Es entonces, cuando nos llenamos del deseo de vivir con confianza y alegría, con profunda seriedad, con más calma en nuestro corazón, y en la vida.
Comentarios1
Amigo Poeta Emilio, excelentes pinceladas, una buena reflexión sobre la vida, que es tan corta, pero es una Bendición. Te dejo una estrella. Feliz Navidad y un saludo a la Madre Patria.
Muchas gracias Lorenzo por tu comentario el cual has de saber, ha sido bien recibido.
Un saludo cordial
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