Cerca de la bonita y monumental ciudad de Estella se encuentra Améscoa, un valle angosto flanqueado por las sierras de Lóquiz y Urbasa. Esta última es ahora un Parque Natural ocupado por pastos de montaña y hayedos salpicados de robles, rosales silvestres, enebros...
Hace 65 millones de años, la semana pasada, se encontraba sumergida en el mar. Los restos de aquellos seres vivos que lo habitaban se acumulaban en el fondo y la presión del peso del agua los convirtió en la roca caliza que compone este macizo, fósil de fósiles. Cuando el mar se retira el agua de la lluvia penetra en la roca formando simas, cavernas, estalactitas, estalagmitas y se alía con el viento y el bosque para crear una fortaleza que la delimita.
100.000 años atrás, anteayer, el homo sapiens pululó por estos territorios ricos en caza dejando señales de su presencia.
Ayer, hace 7.000 años, el ser humano se asentó para vivir del pastoreo y expresó su pensar sobre la vida y la muerte levantando dólmenes y menhires. Mas tarde la madera de los bosques le proporcionó mas sustento.
Desde todos los pueblos de Améscoa parten caminos que suben a la sierra serpenteando entre el hayedo, sorteando la cornisa. No son exigentes al caminar porque se crearon para ir a trabajar. Al coronar nos enseñan hermosas perspectivas del valle. Arriba, en la campa, pasta nuestra oveja autóctona vasca, la oveja latxa. Con su leche algunos pastores hacen queso artesanal. No encuentro adjetivos que definan su sabor, pues pecaría de mezquino cualquier calificativo inferior a sublime. Me relamo al buscarlos.
Esta naturaleza es bella todo el año pero el bosque de hayas tiene dos periodos excelsos:
Durante el otoño las hojas tornan su color y caen, cada una a su ritmo, generando cuadros de verdes, amarillos, rojos, pardos... entremezclados, a veces con el fondo del sol y el azul del cielo, otras veces pintados al fresco lluvia, embrujados de enigma en la niebla o animados por el aire en movimiento con un baile mágico multicolor que convierte, de la mano, la amistad en amor.
Cuando el invierno cede, las primeras hojas, delgadas y tiernas, permiten que la luz pasee por su cuerpo y le dejan salir impregnada de savia. Entonces Urbasa se despierta sonriente porque la primavera ya se extiende. Ese verde manzana reluciente, esa gran explosión que todo enciende se apodera del bosque intensamente, le da vida, le da alma, le da duende.
La foto la saqué una primavera en Urbasa (las del video tambien son mías)
El sonido del video es de una actuación en directo con Fredi Marti a la guitarra.
- Autor: Kapirutxo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de diciembre de 2021 a las 10:18
- Comentario del autor sobre el poema: Yo vivo en San Martín de Amescoa. Un pueblecito en la falda sur de Urbasa.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, Violeta, Aida ☘️💟💥💫, Al Duborg, Alberto Diago, Aitor Duarte Fernández 🏔️❄️⛏️, Classman, Antonio Miguel Reyes, alicia perez hernandez, Ann🌼, María C., Hugo Emilio Ocanto
Comentarios7
Maravillosa narrativa, se viaja y se sumerge en tus letras, para apreciar la belleza descrita y sentida de tu Urbasa y Urederra.... Saludos
Gracias por tu gentil comentario.
Saludps
Hermosísimo relato donde pintas un cuadro tan bello como la imagen. Gusto al leerte Agustín. Feliz tarde. Un abrazote.
Espero la continuación.
Si re fijas en el video hay más imágenes. Gracias por leer u y por tu comentario´
Abrazote.
Hermosa crinografía envuelta en una loa amorosa natural e histórica.
Abrazos fraternales mi querido Kapirutxo.
Excelente narración, me llevaste donde pretendias con tus letras, un abrazo
Cuando quieras puedes venir a verlo. Invitado estás. La realidad supera a lo escrito.
Gracias por tu generoso comentario.
Un abrazo
Si bonito es el parque mas resalta con tus declamación amigo Kapirutxo
Un gustazo
Gran abrazo con mis aplausos
Algún día en primavera podemos ir a por setas por aquí.
Gracias por visitar.
Un abarazo
Ya lo visité muchas veces e incluso tengo puesta una foto mía en algún poema del mismo sitio (parece mi foto)
Pero no me importaría volver es tan maravilloso que no hay palabras ni poeta que describa su belleza, Urbasa y Andia, Irati , Aralar.
Navarra es la manta verde de España
Un fuerte abrazo
Preciosos lugares para ser visitados y admirados.
BUEN FINDE
Gracias por la visita a mis letras
Buen finde.
Con gusto te visito y comento
SALUDOS
Una excelente narración, la cual brindo mi más sentido aplauso, Kapi.
Felicitaciones.
Un abrazo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.