Era tu sombra
viniendo hasta mi encuentro
en el paseo.
El sol tapaba
la cara, deliciosa,
que conocía.
Tuve que hablarte,
sentir que tus palabras
eran las mías.
Y me enseñaste
al sol que se ocultaba
y sonreíste.
Luego, tu mano,
se vino hasta mis labios
y robó un beso.
Cerré los ojos,
me dije que era un sueño
y que no estabas.
Pero el murmullo,
del agua y la resaca,
llegaba a mí.
Traía el yodo,
mezclado con salitre
de los océanos.
Me estremeció
la sombra, al descorrerse,
y ver el mar.
Rafael Sánchez Ortega ©
29/09/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 10 de diciembre de 2021 a las 11:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Miguel Reyes, Violeta
Comentarios2
Rafael un gusto leerte tus bellas letras saludo abrazo fraternal cuidece y su familia bendiciones
Gracias por tus palabras, Mauro.
Un abrazo y salud para tí y tu familia.
Fue tan solo un hechizo y la sombra apareció... hermoso , saludos
Gracias Violeta.
Saludos.
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