Recordando, te vino a la memoria,
la imagen de ti mismo, bajo la lluvia,
caminando cabizbajo y buscando algo,
siempre buscando algo. Ni en esa ciudad,
de tributos excesivos, ni en aquella otra,
ridícula por concepto, hallaste reposo
para tu alma; fue el orgullo quizás,
el resplandor efímero que gustó de tocarte
en soledad, cuando solo estabas realmente.
Como gárgola pegada al suelo, iniciaste
tu andadura por el mundo, un mundo tan viejo
y erosionado, cuyo sentido a ti se te escapaba.
Quisiste ver, ya andado cierto trecho, lo que
quisiste ver: modernidad, donde sólo había
desprecio, el tallo fresco de las flores recién
cortadas para ti. Tocar aquellas rosas, era
estar junto a lo amado. No ya el libro, abierto
casi siempre por la misma página, te supuso
gran entretenimiento, no te servía de nada
su lucidez. Pero cómo te hicieron crecer,
las luces acuosas, los límites diarios, las prisas
cotidianas, los cuerpos esbeltos mas no tanto,
los estúpidos informes que rellenabas.
©
- Autor: Ben-. ( Offline)
- Publicado: 14 de diciembre de 2021 a las 02:04
- Categoría: Triste
- Lecturas: 49
- Usuarios favoritos de este poema: Alberto Diago, Aitor Duarte Fernández 🏔️❄️⛏️, Jorge Horacio Richino, Alexandra L, 🖤🍃Meigajaz ☯💞, Antonio Miguel Reyes, Anton C. Faya, David Arthur
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