A veces me resulta difícil encontrar un buen significado que se le acerque lo más parecido a lo que encierran los labios en cada beso. Sin embargo, creo que me he acostumbrado a inventarme el mío, el propio de mis letras; creo que es en mi propio idioma en donde podría acercarme un poco más a lo que significan los besos.
Empezando así, he comprendido que nuestros labios tienen su lenguaje, exclusivo para momentos exclusivos, en donde nuestras palabras se pierden en un sin sentido ahogadas por el escalofriante murmullo que susurran dos bocas que se besan, inventando así su propio abecedario, con sus nuevas letras. Por eso, para mí, los besos son algo más que simples roces. Los besos son esa poesía recitada en silencio, esa que se pierde con sus versos en el fragor de dos cuerpos que se aman, dos cuerpos que desatan sus pasiones en medio de sábanas que apenas conocían lo que era el sudor. Así, a lo largo de mis letras, he comprendido que los besos son ese sudor; son ese calor que quema en el frío de una noche de invierno; esa frescura necesaria para no insolarnos en el calor de una noche veraniega.
Los besos son humedad que se fusionan en cada centímetro de nuestra piel; son esos gemidos que se ahogan en ese tiempo que se pierde por un instante que parece eterno cuando nos vemos reflejados en la oscuridad de los ojos de nuestro amado ser.
Los besos son esa pasión desatada en la locura del tictac de los relojes de nuestros cuerpos, esos que se entremezclan con los latidos de nuestro corazón que desde entonces comienza a rugir lo suficientemente fuerte como para acallar la angustia de nuestras almas en el vacío ardiente de un ligero roce de labios.
Los besos son esas miradas que hablan sin murmurar palabras; son esas caricias que se prometen en un pequeño instante; son esa agonía de querer vivir por ellos un poco más un nuevo día; son ese silencio gritado por nuestros labios en la eternidad hipnotizante.
Los besos son poesía y su pasión; son palabras que acarician con los labios al viento; son una oda dedicada en silencio al alero de la melodía de nuestra canción, esa que se ve callada por los gemidos de nuestra boca que ahoga nuestros lamentos.
Los besos son esa sinceridad hipócrita de vernos necesitados en nuestro orgullo; son esa fantasía para nosotros hipnótica que regala el tiempo a la eternidad instantánea a nuestro corazón, que desde entonces comienza a hacerlo suyo.
Creo que así me he acercado por lo menos un poco a una definición para mí desconocida; pues, creo que para mí los besos son esa necesidad innecesaria de mis labios tocar los suyos, en donde sé que hallaré mi muerte, pero por unos instantes también encontraré lo que es el verdadero significado de esta vida que sin su boca creía perdida.
- Autor: Pato (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de diciembre de 2021 a las 00:29
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.