Parto nuevamente: agotado,
lleno de nostalgia, como de pisadas, los caminos.
Parto lejos, muy lejos de mis amigos; sus alegóricas siluetas
van tejiéndose en mi espíritu.
Rememoro todo paso secundado por sus pasos,
además de vanas discusiones, y felices ratos.
Ahora yo regreso. Ellos, mis amigos, no se mueven,
estáticos se quedan, prosiguiendo con su historia
como álgidos soldados.
Retorno y se quedan, aquí, en la Monumental Lima:
mi esencia, mi vida misma y una gran parte
del motivo de mi arte.
Siento que el silencio se engrandece como un árbol.
Siento que me quedo.
Que recorro mi pasado.
Siento a mis amigos
fluctuando en mi presente.
Siento a la Gran Lima
como una promesa en mi futuro.
Voy con mi materia hacia la eterna primavera.
Pero aquí se queda: mi perenne alma.
Se queda diseminada entre las cosas.
Esperando un escondite
salvaguardante de emociones.
¿Quizá por ser poeta:
que lo inmaterial y lo tangible, lo eterno y pasajero,
me causan estupor?
Pero mi familia y mis amigos aquí anclados.
Logran en mí, un cariño disipado
que invade todo espacio.
Porque Lima, fue una vez mi hogar.
Y ahora que me alejo, errante como siempre,
sólo me queda recordar.
- Autor: Alfredo Murillo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2009 a las 14:38
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 557
Comentarios3
Excelente poema, expresivo, nostalgico, un canto a la amistad, la patria y la familia. Me ha causado muy buena impresion tu poema.
Un abrazo.
Me gustó la nostalgia de tu poema y como a pesar de ella, el recuerdo sigue siendo algo importante para tí.
Muy bueno, te felicito.
Saludos.
Es muy hermoso... siempre hay algo que se queda arraigado dentro de nosotros en la infancia, y eso son los recuerdos, las personas que te hicieron crecer y creer en ti. Eres un gran poeta, sigue asi.
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