Nuevamente tu

Marian Lara

Tus labios torcidos,

laberinto de pasiones,

lugar donde se ocultan mis deseos,

desgracia de mis pasiones rebuscadas.

 

Caminando sin motivo,

tus brazos me persiguen,

tus ojos me analizan,

lo que más anhelo sigue ahí, en espera.

 

Rozas con sonrisas mi latente alma,

aspiras con inercia mi sentir,

secuestras corazones,

los vuelves tuyos.

 

¿Por qué injustamente te deseo tanto?

Si la flor adquiere polen,

si la nube se inunda de agua,

incluso si el sol se esconde.

 

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