Hace muucho, mucho tiempo existió un adorable muñeco, llegó a casa sin saberse su origen. Una niña de cinco años lo adoptó de inmediato, le mimaba con inmenso cariño por haberse convertido en un fiel amigo. Su nombre era “Julio”, de dónde salió ese nombre, es un enigma. El no protestaba y siempre estaba dispuesto a escuchar atentamente las largas conversaciones de la niña. El calor en el pueblo siempre era intenso, por ello su dueña lo mantenía desnudo; por más que la abuela insistiera en vestirlo adecuadamente, ella se negaba a ponerle trajes especiales o la ropa del hermanito que andaba en pañales.
La niña se pasaba horas en tertulia con su acompañante de plástico, contándole que los pájaros se comían las naranjas y que el abuelo rezongaba porque sus dulces frutas mermaban. También, le ofrecía frijolitos aguados como delicada sopita, pues su muñeco no poseía un solo diente. Mamá le decía, entra ya a la casa niña, que el sol te quema-¿acaso no ves que el naranjo pocas hojas tiene y el sol se cuela fuerte por entre las espinosas ramas?-. La niña, poco le importaba recibir los ardientes rayos en tanto su amigo querido no protestara por alguna quemadura en el rostro, cada vez más descolorido.
Era tanto el amor hacia el muñeco de plástico que logró adueñarse de su tiempo entero hasta que la niña cumplió ocho años. Las despedidas eran largas al irse para la escuela, pero alborozada regresaba al terminar su faena, allá en la sillita de madera “Julio la esperaba”- ¿Por qué estas tan sucio le preguntaba?...¿Qué te ha pasado? su mirada siempre la misma…serena de ojos azules…sin parpadear. ¡Muchos pájaros en el árbol, sus desechos en su carita se fueron a depositar...!
Un buen día a la niña se le ocurrió jugar con sus hermanitos cerca de un viejo pozo, éste era protegido por una enorme galera de tejas, pero ya estaba bastante vieja y había llovido mucho en esos días…de repente!!.....bruummm!!!!! El techo se vino abajo…y “Julio”…el muñeco, le dijo adiós a este mundo. Los niños salieron ilesos, pero el acompañante de tantos monólogos de aquella niña soñadora no pudo aguantar el peso. Ese fue el inicio de la transformación de la niña en la jovencita dedicada luego a la poesía, los juegos y los muñecos quedaron en el recuerdo testigo de la inocencia.
Mirna Lissett
- Autor: Lissi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de septiembre de 2010 a las 11:57
- Comentario del autor sobre el poema: Un cuento, de la vida real...jajaja, le pasó a alguien muy conocido, a ¿quién...?
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 217
Comentarios8
seguro que a vos!!!
muy lindo Lissi.
y cuantos recuerdos amiga!! no?
abrazo grande
Un bonito homenaje a esos juguetes que nos acompañaron.
Que recordamos con cariño, a nuestros Julios.
Es hermoso.
Precioso.
Besos, saludos y abrazos.
Un cuento hecho remembranza, o acaso una remembranza hecha cuento, donde la inocencia se conjuga con el sentido de responsabilidad que se venía tejiendo en aquella pequeña niña que hoy con mucha nostallgia y no menor cariño recuerda a "Julio", el mudo testigo de tantas vivencias infantiles.
Que bueno que lo hayas compartido amiga Lissi, con ésto pagaste una vieja deuda.
Un abrazo!!
Muy dulce y tierno Lissi.
Boris
Mi querida amiga, ahora te ríes, pero seguramente ese día habrás llorado tus buenas lágrimas, ¿o no? Jajajaja ¡Cuánto quería unos sus juguetes! Sobre todo las muñecas/os para nosotras las niñas soñando con ser la mamá. Y te cuento, Julio se llamaba mi papá, doble emoción sentida al leer tu cuento tan sentimental.
Un gusto amiga, me encanta leerte ¿ya te lo dije no? Jajajajaja no importa, dicen que "lo que abunda no daña." Besos mil
Diluz
Que bueno que te gustó mi remembranza hecha cuento (Así dice Alejandro). Años después, siendo yo universitaria...sorpresa... mis padres se aparecieron en casa con una réplica de aquel "Julio", me hubieses visto la cara de felicidad, me trajo recuerdos y el cariño de mi papá que no suele ser tan expresivo. El nuevo Julio terminó en las manos de mis sobrinas y tuvo un final lleno de travesuras (de ellas), su cara pintada y sin ojos. Pero el Julio de mis recuerdos sigue intacto, bello, mi confidente...mi amigo.
Chau
Lástima la forma en que murio Julio el muñeco, en la niñez apreciamos tanto los juguetes y siempre hay uno favorito, cuando crecemos pasan a formar parte del pasado, pero siempre se recuerda alguno en especial y otros que los guardamosy cuidamos celosamente..........
SaLuDoS!!!!!!!!!!
Psd.: He pasado por aquí, porque alejandro díaz te ha sugerido en un comentario que hizo, y como me gustan los cuentos ahora me verás mas seguido..........
Gracias, que bueno es verte por aquí. Yo te leo en los comentarios que le has hecho a Alejandro y a otros compañeros, por cierto son tan bonitos como los poemas.
Un saludo desde mi Guatemala.
Sin duda una de tus primeras pérdidas, y de verdad te gustaba jugar con muñecos, , yo en cambio prefería las bolichas , los aros y los trompos aunque nunca pude hacer bailar uno.Bello relato.
besos.
Gracias por esa vueltecita a mi rincón de recuerdos. Casi todo el tiempo jugué sola a pesar de tener varios hermanos, me gustaba conversar con amigos imaginarios y este muñeco fue mi amigo imaginario materializado, así que robó mi atención. Seguiré hurgando en mis recuerdos para compartir las aventuras de mi niñez. Reitero mi agradecimiento por leerme.
Saludos
es hermoso rcordar la inafancia
es como traerla al presente.
AHHHH!!!! ME HA ENCANTADO!
CUIDATE MUCHO
CON CARIÑO DIIANA!
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