EL FUEGO QUE VUELVE

Debe de ser mi vida, 
el crédito cobrado, 
la moneda devuelta de
un auxilio negado, 
de un corazón partido, 
de una risa a carcajadas
de un camino fingido
de una luz apagada
de una escapada en sigilo
de una traición descarada
de una mentira dicha
de un rezo sin alma, 
de un te quiero, 
pedido en la desgana
de una promesa incumplida
de una tierra sin labranza. 
Debe de ser mi soledad, 
el mismísimo karma, 
sentencia de un martirio
que creó mi garganta, 
de un niño llorando
de una madre desconsolada
de una primavera sin flor
por mis manos arrancadas.. 
Debe ser esta mi sentencia, 
por los daños ya juzgado
de una deuda pendiente
por un amigo ignorado, 
de una voz callada, 
de un secreto revelado,. 
de un padre sin llamada, 
de un tiempo robado
de un beso a medias
de un perro maltratado
de un grito maldito
de un silencio desgarrado.. 
Debe ser mi vida, ¡todo! 
El todo y nada que adeudo, 
el cobro interesado
de una mujer rota, 
de un corazón parco, 
de la risa envenenada
de pagar con billete falso
de creer en la mentira
de aliarme con el engaño. 
Debo de ser carroña
para los osífragos, 
tal vez, una maldita cuenta
con un interés muy alto...