Hacer el amor contigo

Tu novia eterna

He tratado de describir durante toda la noche como me siento entre tus brazos, y ya está.

 

Eres alivio, calma y tormenta,

¿quién soy yo?, no tengo idea,

pero aquí estamos, construyendo un futuro, trazando pinturas, recorriendo mapas prohibidos en el dorso sagrado de tu piel,

y entre giros y volteretas, seguimos siendo tu y yo,

volvemos al principio, renaciendo en ese abrazo a dorso desnudo,

en donde mis pechos se resguardan en el abrigo de tu cuerpo,

cuando nuestras miradas se encuentran, juguetean, coquetean,

posas tus ojos en mis labios,

cuando me besas,

cuando solo estamos nosotros dos,

y entre risas y suplicas del cuerpo, nos dejamos llevar por la tentación de ser solo uno,

se siente diferente, rico, más que placer, amor,

y ese gemido ronco de placer al sentir su anatomía sobre mi cuerpo, un chillido suplicante que dices que calle,

estoy medio dormida, drogada con el corazón a mil, demasiada endorfina en mi sistema,

y aun así mi cuerpo recorre sobre el tuyo buscando tu boca,

tus labios, con el simple deseo de posar mis labios sobre los tuyos,

darte un beso, respirar hondo y reír,

sentir que estas aquí, sentirte en mí, decir soy tuya,

 con el anhelo a latido pulsátil que respondas que eres mío,

y solo te miro, solo existes tú,

con curiosidad, inquieta, inmortalizando el momento en el bucle mental de mi mente,

Dios, no debo mencionarte en actos tan prohibidos,

Pero quiero que se quede aquí, conmigo, si es posible un para siempre.

Te prometo que seré mejor, solo cumple mi capricho de despertar en sus brazos lo más pronto posible,

quiero amarlo,

Es lo único que quiero.

 

 

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