No preguntes en la noche,
callada, casi dormida y silenciosa.
No implores al razonamiento
ni a la verdad imperiosa.
No busques fantasmas
ni te atormentes
pues, es tu alma que libre vuela
revolviendo a tu mente.
No te quites presuntuosa
esa espina hiriente
que clavada a fuego
tu corazón siente..
Déjate así liviana,
Abandónate a tu suerte,
sé flor de primavera
que en invierno crece.
Vuela, despliega tus alas.
Vuela como ave poderosa,
que no sea por las espinas
quienes maldigan tu rosas..
Déjate llevar como hojarasca
movida por el viento suicida;
que yo seré la hierba verde
que amortigue la caída.
Yo seré la vida en tu vida,
un enredado amor que crezca
por tu alma y por tu cuerpo,
y ni en la "eternidad" perezca.
Yo seré la raíz de tu cuerpo,
carótida de tu corazón,
te amaré sin esconderme aunque
al hacerlo, pierda la razón...
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 4 de enero de 2022 a las 11:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.