Pedí ayuda a los mortales, pero enumeraron, mil disculpas.
Cargando cruces de icopor, creyeron cubrir, cualquier culpa.
Como si fueran blasfemados. Indolentes, mudaron la mirada.
Para no ser molestados, pasaron muy de largo, como si nada.
Suplique auxilio a Dios, y su gran oído me cubrió.
Escuchó mi súplica, y como mi amigo, me sirvió.
Resolviendo, mi inaplazable y vitalísima, necesidad.
Doy gracias a Dios, por librarme, de febril, calamidad.
Recibí degustaciones, nutritivas del esposo.
Indescriptibles sabores, muy esplendorosos,
Suculentos manjares, que saciaron mi reposo.
El Señor, mi Dios, siempre me alimenta, antes.
Ni siquiera, la ávida noche, devorará mis carnes.
Con su gran corazón. Su ovejita ya no cojeará.
La fría sombra derramada, ya no la mojará.
- Autor: Sierdi (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de enero de 2022 a las 18:19
- Comentario del autor sobre el poema: En los momentos de angustia y dificultad, Si pedimos con mucha fe a Dios, el nos ayudará. Doy gracias a El. Porque me escuchó. Y en ese momento difícil. Todo, completamente todo... El muy fácil, lo resolvió.
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: Jorge Horacio Richino, alicia perez hernandez, Aida ☘️💟💥💫, Hugo Emilio Ocanto
Comentarios3
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Juan 14'13
Hermoso tu escribir sobre tu Dios amado. Bendiciones. Un abrazote
Amén.
Con la intervención de Dios, todo se logra.
Gracias por compartir, Sierdi.
Saludos.
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