Que las hojas de este pero
Que sembramos juntas hace años
Se nos marchiten en febrero
Si no te digo que te extraño.
Si no te digo que las distancias
Con "D" mayúscula intensa
Se han convertido en aguas densas
Que crueles, me disipan tu fragancia.
Si contara yo los años,
Enemigos de la proxemia,
Ni las cepas de la pandemia
Igualarían su tamaño.
Sin rebuscar tanto, te extraño,
Y la vida es muy corta
Para no vivirla contigo,
Para prescindir de ese abrigo
Que solo tus brazos me aportan.
Pero alejando lo trivial
Y centrándome en tus misivas,
Hoy me pongo a la ofensiva
Y mi juicio te quiero dar.
Eres feliz, tú me dices,
Pero, ¿Eres feliz? Te pregunto.
En el tiempo que llevan juntos
Solo lo material me describes.
Carro, casa, dinero,
Comidas, salidas y bares,
Adornos, zapatos, collares,
Hoteles, lujos, sombreros.
Tarjetas él te regala
Y tú gastas sin medidas,
A él le dicen Rey Midas
Con 70 años en las espaldas.
"El amor no tiene edad"
¡Qué frase tan mal hecha!
Dime si de Cupido, una flecha,
Con él tú has sentido, de verdad.
¿De qué color se torna el cielo
Cuando te toca de madrugada?
¿Cómo combina una piel arrugada
Con una de 20 febreros?
¿La mañana es más radiante
Cuando tu boca él te besa
O quieres quedarte tiesa
Y que una bruja lo espante?
¿La luna más redonda,
Las estrellas elegantes
O te sientes como tonta
Cuando van a los restaurantes?
¿Cuando su barba encrespada
Te roza la mejilla,
Te sientes enamorada, chiquilla,
O te sientes muy desdichada?
La vida, en bandeja de oro,
Una vez te puso al amor verdadero,
Pero tu obsesión por el dinero
Ya te brotaba por los poros.
Esa noche quedé perpleja
Y aún recuerdo con dolor
Cómo ignoraste aquel amor
Y te quedaste con la bandeja.
Muy llena tu cartera
Y muy rico tu elevador,
Pero más rico es con amor
Transitar la vida entera.
Yo, tu madre,
Sí creo en las miradas
Que arrancan las raíces.
Sí creo en los tonos grises
Como parte de la jornada.
Creo en las caricias,
En los abrazos apasionados,
En los cuerpos apretujados
Y en los besos que te asfixian.
Creo en la poesía,
En los "te quiero" al oído,
En dos cuerpos envejecidos
Contemplando su día a día.
Creo en orgasmos a patadas
Con ese hombre que amo,
Creo en dulces y en ramos
De rosas recién cortadas.
¡Ay, hija mía!
Qué bello el amor, de verdad,
Sin que medien cuatro pesos,
Sin que el alza de los ingresos
Te opaquen la claridad.
Ya para terminar,
A la sombra de este pero,
Te doy consejo sincero
De mi concepto de amar.
Amar es reconocer un canto
Dentro de todas las voces del universo,
Amar es vestirse de versos,
Es secar con tus dedos un llanto.
Amar es claroscuro,
Fiesta de luces y sombras.
Amar es paseo en alfombra
Tras un destino inseguro.
Pero amar no es interés,
Con poses de mujer falsa.
Amar no es mostrarte descalza
Para que te vistan los pies.
¿Eres feliz, hija mía?
¿El vino se vuelve añejo
Cuando a su lado lo pruebas?
¿De veras tú sientes que vuelas
Cuando te besa ese viejo?
- Autor: Ivann (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de enero de 2022 a las 20:44
- Categoría: Carta
- Lecturas: 48
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.