Mujer hermosa,
altiva y orgullosa.
reina gallarda, sin
infamia, ni pretensión.
Alegras el tiempo,
anticipas su paso,
levas las anclas de
este corazón, que cuál
xilópalo, rígido como piedra, también
añora tú presencia y se
nutre del recuerdo de tu imagen.
Dueña de mis pensamientos, que
raudos y estrepitosos
acuden en mis momentos serenos a
nutrir más, mi estima y admiración, por
usted, encantadora y sensual
ñiña rubia hermosa, que
es mi gozo y mi desdicha.
Sueño profundo y cándido.
- Autor: Thor (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de enero de 2022 a las 13:45
- Categoría: Amor
- Lecturas: 73
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Miguel Reyes
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