Aquel domingo en la playa,
-para obviar el desvarío-
con serenidad y brío
fuimos orilla y toalla.
Bajo de la uva caleta,
frente a las olas del mar
y sin mucho en que pensar
besé aquella boca inquieta.
Fue un beso de amor ardiente
que desmoronó mis miedos,
muto de momentos quedos
a pasión y ansia ferviente.
Dulces labios de miel pura
arrebatan mis sentidos
y sordo a todos los ruidos
fantaseo en mi locura.
La beso una y otra vez
y nos sorprende la tarde
dos entre la llama que arde
y para siempre tal vez.
- Autor: vateignoto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de enero de 2022 a las 03:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: Ma. Gloria Carreón Zapata., Alberto Diago, Classman
Comentarios2
Bellas y románticas remembranzas de un bello amor, un placer la lectura, saludos cordiales.
Gracias es un honor Ma. Gloria. Un abrazo desde Tenerife.
Hermoso poema Edel. Saludos
Me halagas compañero, Feliz año 2022.
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