Como un témpano

Una fría brisa recorrió mi espalda,

pasando por todo mi cuerpo,

mis huesos la sintieron,

como en un helado invierno,

y así sentí tus últimos besos.

 

Me sigues negando entrar en ti,

esa ternura se convirtió en frialdad,

al buscarte me rechazas,

amargamente lo entiendo.

 

Mis dudas siguen atormentándome,

será que algún día si me amaste,

no entiendo como el amor eterno finalizo,

y solo encuentro un hielo en tu corazón.

 

Tus ojos, tus labios y tus poros,

me enloquecen al no ser claros,

me demostraban un cálido sentimiento,

y luego me enfriaban el alma como un témpano.

 

Sigues muy callada, inmovible e ignorando mis suplicas,

sigues rechazando darme una oportunidad,

ojalá algún día un cálido sol derrita la escarcha,

que tienes al rededor de tu corazón.

G3