Sumidos en el tiempo nos vamos diluyendo, la piel se hace arrugas y nos hacemos prisioneros del cuerpo que apenas por azares nos tocó
Derroché el amor y los placeres, adoré a las buenas y malas mujeres, pero es el fin
Esta noche grito bajo este árbol frío y bajo esta luna sorda, que fui un niño obediente y bueno, porque viví hasta donde pude y morí cuando tocó
- Autor: Jorge Enrique Briceño (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de enero de 2022 a las 19:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: 🖤🍃Meigajaz ☯💞, Alberto Diago, alicia perez hernandez
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