SI ESTUVIERAS HOY AQUÍ CONMIGO

EL QUETZAL EN VUELO



Si estuvieras hoy aquí conmigo, tomarían sentido la alineación de los astros, que tantos desvelos le costó a mi pluma en esas noches sin sentido, cuando solo descifraba tus metáforas. Si estuvieras aquí, juntaría tus versos con los míos, para que sus líneas se enamoraran y compartieran con nosotros muchos de estos lindos amaneceres, desde donde te leo de mañana. Dejaríamos de contemplar la luna y guardaría tu retrato en medio del libro de Neruda.

 

Si estuvieras aquí, te presentara con aquel pedazo de luna que siempre me alumbraba y vestía de plata cuando la noche era más negra y yo seguía muy cerca al desdén de tus poemas. Te contaría aquella vez que te quise pintar un óleo, componer una canción y escribirte un poema; buscaríamos la noche para enjugarla con un vaso de vino tinto y unas estrofas de tu mejor canción. Si estuvieras aquí, seria simplemente maravillosos tocar tu corazón y besar tu alma.

 

Que hermosos seria caminar en aquella playa, donde gustabas caminar en sueños y despertarme en la realidad, llenando de regocijo la mitad vacía de mi cama y el cesto lleno de borradores arrugados y mal escritos. Si estuvieras aquí conmigo, saltarías de las sombras como luz recién descubierta y te pidiera que alumbraras todas mis inconsistencias, dejaría que entraras a la parte mas oscura de mis versos, que hicieras una fogata en la playa de mis confusiones.

 

Si estuvieras aquí, se acabarían todas esas interrogantes de ti, que tienen mis sueños de tu poesía. Aspiraría el olor de tu cuerpo y la ternura de tus brazos, besaría tus ojos me interesaría por el mínimo pensamiento vagabundo que paseara por tu mente. Si estuvieras aquí hoy, me gustaría que vieras más allá de mi apariencia, de mis versos; poder mostrarme como la luna me conoce sin disfraz. Desnudos los dos en la mar de la realidad, como verdad flotando en la sinceridad.

 

Si estuvieras aquí conmigo, te amaría como se ama la libertad, despertaría la pasión de tus poemas, encarnaría el más bello de tus recuerdos, reeditaría tus momentos felices, caminaría de tu mano por la playa. Te llevaría a la parte más íntima del cielo y te adoraría como se adora un sueño cuando se hace realidad, un oráculo y los dioses te convidan de su ambrosia. tocaría en mi guitarra las más lindas canciones y besaría tus sueños y te regalaría muchos amaneceres.

 

Si estuvieras aquí, te pediría que me mostraras tu mundo, caminar por sus quimeras, descalzarnos el alma y volar juntos por todos los cielos, recogiendo estrellas para hacer un poema juntos. Si estuvieras aquí conmigo, pondría mi cabeza en tu regazo y en la más bella puesta de sol, te pediría que me leyeras tus poemas, mientras yo tatuó los míos en la parte derecha de tu corazón. Haría sanar la espera de muchas noches de desvelo, junto a tu ventana pegada al balcón.

 

Si estuvieras tú, aquí conmigo, terminarían las noches de duermevelas, acabaría aquella ansiedad de cada mañana de abrir el computador para ver tu foto, disfrutar tus letras y permitir que tus poemas me endulcen el café y alegre mi naciente día. Decretaría la felicidad y la primavera como estado permanente en nuestros cuerpos y la sed y necesidad de tus brazos como adicción perene, para que la magia del amor sea cómo fuente inagotable, de la propuesta de cada día.

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO

 

 

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