Olvido...

Entre el basto sendero del olvido,
 camino hacia el rio de tus recuerdos,
 tu aliento, tu voz y tu paso se extraña en mi alma que,
 en pena vaga…
en pena yace, sin más que el preámbulo e incertidumbre de tus palabras,
aquellas que hoy solo son un recuerdo,
 porque de jurar amor eterno no se vive,
 y sin más la soledad me opaca,
la razón de tu partida es incierta en mi corazón,
 y al intentar idealizar tu mirada nuevamente
 me persiguen los demonios de tu ausencia,
¡hey! Ven…
 Devuelve lo que te has llevado de mi…
 No soy el mismo desde aquel que fue,
 que fue y no será,
que fue y pudo ser…
 Que fue y seguirá siendo…
pero si… solo seguirá en mis sueños,
 por qué a la realidad no se engaña,
y tu presencia me falta,
me pesa en el destierro del que fue lo que fui
 a la sombra de mi propio existir.