EL MENDIGO

Sierdi

 

 

Al acumular, un par de vanos, enseres,

Adquirí, particulares, canas y vaivenes.

Me rogó, don pepe; “mida, bien tus cienes”

Irritado, condenaba, razonando muy cansón;

“Si, a tu casa, compusiste muy bella canción,

¿Porqué, tiras al peñasco tu pensión?  

por privilegiada, mansión” …compañero?

Acaso tienes, tus enseres fuera del lugar,

O tienen, moho y mal olor singular.

 

…Por más cachivaches que tengas,

Es huera y bravía labor, ese casón.

 

El consejo, por una oreja, le zapateó.

Y, con sus enfurecidos pies, se marchó.

 

Ferió su humilde casa, absurdamente, la remató.

y majestuosa nueva, mansión se compró.

 

Pero su pequeño coche, se sonrojó.

Pues no estaba a la altura de tanta finura.

El carro viejo, desde nuevo, le dio la mano,

Llegó, la despedida. Y le dijo; adiós hermano.

Al siguiente día, un elegantísimo claxon…

…Cantaba muy feliz, en la pomposa, mansión.

El deportivo del año. La mejor versión, compró.

 

Ni con las uñas, de los dedos de sus cabellos,

Pudo contar a sus nuevos y grandes amigos.

Y para sentirse él, más grande e importante.

A costosos lugares, elegantes de moda, los invitó.

 

Hasta la última noche...

 

Que negaron, su tarjeta oro, no supo.

Paró su risa, rebotó su tarjeta, sin cupo.

 

El día de hoy, hablando de consolidados,

Mis débitos y créditos, otorgados.

Dan risa. Recibo, ofrendas anónimas,

Como el roble rosado, duermo al aire libre,

Abrasado por sus hojas, por el viento rozado.

La cama de marfil, es hoy el frío anden del alfil.

 

Mis suntuosas vestimentas, son harapos,

Que, una nueva amiga, verdadera, remienda.

Porque los viejos amigos al dejar de invitar,

Hoy son enemigos, y con piedras, me quieren dar.

 

Esta semana, estoy muy triste.

Vendí mi carro, más adorado,

Un viejo carro de supermercado.

Y para no quedarme, demencial.

Compré uno, de centro comercial.

 

Mis gastos fijos son tres comidas.

Unos por mi pesada, insistencia,

Otras por piedad y benevolencia.

 

En las frías tenebrosidades,

Siento un amargo sin sabor, de maldades.

Cuando de repente… como a un villano, me confunden…

Si, como un malhechor, tal vez sienten envidia,

De mi nueva, la más grande mansión.

Pues es magnánimamente hermosa.

 

Tiene miles palos de fragante rosa, aguosos palos de frutal.

Y las más grandes fuentes, cada una diferente, sin igual.

 

Y es tan famosa, que todos la conocen.

 

Estoy gozándome de sus grandes patios, y jardines.

Se llama mundo. Si, el mundo, que tú conoces.

Y me ha otorgado nuevos comodines.

 

Me gustaría contarles, mucho más, y de mi gozo platicar.

Pero, al rebusque, me tengo, que marchar…

Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • kin mejia ospina

    MUYYYY BUENO, quedo a la espera de otra entrega.

    • Sierdi

      Gracias amigo. Con gusto.
      Un abrazo.



    Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.