Labios de miel
que buscan otros labios
encantadores.
Néctar precioso
que surge de esos labios
tan delicados.
Fuente infinita
que sacia los ardores
del corazón.
Así me siento
probando ese regalo
que tú me ofreces.
Con la mirada
me brindas alegría
y una sonrisa.
También la paz
que emana de tu alma
con un suspiro.
Y sin embargo
preciso tu presencia
y tus palabras.
Te necesito
y quiero que mis dedos
rocen tu piel.
Sé que el silencio
responde, y me permite
así, soñar.
Rafael Sánchez Ortega ©
20/12/21
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 24 de enero de 2022 a las 07:32
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 62
- Usuarios favoritos de este poema: Tito Rod, Alexandra L, Violeta
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