MIS LUCHAS INTERNAS

EL QUETZAL EN VUELO



 

Es difícil adivinar tus sueños, sensaciones y las experiencias colaterales de mis letras,

Ellas caminan sin rumbo, no tienen dueña, no tienen noche. Sé guían por la luz,

Es por lo que donde hay oscuridad, alumbran como incendio en hoja secas,

Después siguen su camino, recogen las cenizas y construyen de nuevo otro sueño.

 

A veces parece que tiene un dueño, un destinatario, cantándole a luna, ni ella los posee,

Solo alumbran sus notas e inspiran un teclado; despiertan los fantasmas del alma,

Y echan a andar los sueños, construyen recuerdos, humedecen los labios

Trayendo a nuestro lado, aquel ideal que toma cuerpo y se convierte en nuestra obsesión.

 

Hay aves con bello canto, otros con sublime plumaje y quienes nos enamorar al volar,

 propiedades del viento, de la naturaleza del ave, que no tengo derecho a poseer,

La belleza se admira, el canto se escucha, se embriaga con sus notas y nos trae recuerdo

La hermosura de un ave, de una palabra, no se permite a si mismo vivir prisionera.

Es como un sueño, a veces quiero soñar que la nieve arde y mi noche termina en desastre,

 

Quiero soñar esos pasajes pecaminosos de mi desierto, de mi juventud febril,

Sin embargo, sueños con tu pelo, con tus ojos, con tus letras escondidas,

Por eso a veces, renuncio a soñarte y prefiero imaginarte como la musa griega Erato.

 

Hace un tiempo, libro luchas internas entre mis fantasías, la imaginación y la realidad,

Ellas toman mi cuerpo y mente como campo de batalla, tratando de obtener su victoria,

Yo solo como espectador, sufro los estragos y me desconozco y solo espero la noche,

Al no lograr conciliar la paz en ese campo, suspiro letras que luego se hacen poemas.

 

Ya no duermo con almohada, me di cuenta de que era mala consejera, además mentía,

Cerré mis sueños y estoy haciendo un inventario de mis realidades, desechando fantasías, Imaginando hojas blancas, teclas dormidas e ilusiones ausentes.

 

estoy por volver a la vía, Aquella que transitaba, cuando tropecé con esa hache muda, de tu incipiente abecedario, la que tenía cuando el silencio de tu tarde me llamo a gritos,

cuando el color canela de tu escote me invito a ver el atardecer desde sus montañas;

quiero volver a ese renglón del poema que iba a escribir y dejar de luchar.

 

 

LENNOX

EL QUETZAL EN VUELO

  • Autor: lennox, el quetzal en vuelo (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 26 de enero de 2022 a las 10:11
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 20
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