Llevabas prendido abril en el costado
y un golpe de mar amarrado a la cintura,
y por la sangre te ascendía como un coro
de libélulas la tenue luz de las mareas.
Traías contigo el llanto de los barcos,
el índigo y venusto fulgor de los cometas,
el dulce eco del azahar bajo la lluvia,
un níveo jardín con la luna en las pupilas,
y de tu tibio seno manaban flores azules.
Desde el cuarto oscuro de mis sueños,
desde este cadáver desgastado, creces en mí
más alta que las nubes, que la vida por dentro.
Duerme, amor, al socaire de la brisa
en esta playa desierta donde duermen
los albatros entre la quietud de las olas.
Si supieras que la noche es más oscura en los tejados,
si supieras que tras el silencio del mar se alza la música
como un paisaje de álamos ardiendo,
si supieras...
Deja que el destino nos encuentre esta tarde que huye.
Al aire, al aire clamarán de vuelta las campanas.
"Pájaros de niebla" (2022)
- Autor: Gonvedo ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2022 a las 12:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, Alexandra L, María C.
Comentarios2
Que imágenes tan bellas en tus versos, pura magia, poesía nacida del alma. Placer de lectura.
Saludos, Alex.
Muchas gracias, Alex. Me alegra que te hayan gustado estas letras.
Un abrazo.
Este me gusta mucho, al aire salen tus inspiraciones.
Un abrazo
Muchas gracias, amiga María. La musa estaba en plena forma. Je, je.
Abraçada.
Gonvedillo de Mohías
Ya te lo dije que regresaría con fuerzas, y así ha sido.
Petonets.
Buen domingo.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.