Puede ser que en el vaivén de la soledad,
se me hayan roto los poemas,
en el delirio de una bajamar.
Puede que mi tormento
sea solo un ave de paso
o caracolas diminutas
que se disuelvan con la sal.
Hoy me siento viejo
en la mismísima sala de maternidad, hoy presiento que la espera,
no es más que vida hecha libertad.
Un arrecife de corales mis horas aquellas que chocaron de frente
con la puta realidad,
no puedo inventarme este presente,
no quiero tal vez en mi letargia,
en mi naufragio, en mi tormenta
en la corteza iracunda de mis días...
un final.
Yerta siento mi poesía,
maldita e insonora,
preludio de esta debilidad
que deshecha o inventada
me tiene muerto en el oasis
de la lealtad.
¡Mis dedos no saben versar!
Son pólvora que atiza
sobre una inocente verdad,
son puñales que caen de filo
sobre esta maldita ansiedad!!
- Autor: poetalibre ( Offline)
- Publicado: 26 de enero de 2022 a las 19:04
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, rosi12
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