Cuento. El negro destino de un aventurero inspirado en un conticinio.
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Supongo que no caigo en el campo ni de la narración, muchos menos la descripción, mi cuento es tan humilde que es apenas una parca reflexión.
Por cosas del destino como todo buen cervantino, y sin despreciar las travesuras del arcano tiempo que más de las veces me producen agruras.
Me pregunto y me cuestiono en mis frecuentes monólogos
¿Qué verdad podemos hallar en la silente noche cubierta de soledad?
Les contaré mis aventuras que al momento me ocurrieron un soleado día, que con el transcurrir de las horas, ya dejaron de ser tan lucientes como verdad meridiana, para lucir algo pasadas de oscuras y que para muchos observé son asombro, eran causa de tristeza y elegía.
Mi porfía y tenacidad me ocurriría al intentar cambiar ese paradigma sospechoso que en todo lo oscuro hay maldad, que hasta una contrariedad como superstición tiene la mayoría que parece, no han avanzado en edad, cuando con un gato azabache se cruza en tu existencia, por causalidad y no casualidad.
Y luego pienso, son entuertos que habrá que enderezar y dejar de ser ladinos de aferrarnos a supersticiones que solo nos conducen a callejones sin salida.
Muy pensativo por el camino acompañado de mi fiel Rocinante, utilizaré de acá en adelante como reflexión y estandarte… que si algo existe en la Creación debe tener un fundamento y razón.
Acaso nuestra génesis no es del continente africano donde al ser humano Dios le premió en su piel de mucha melanina, para nada comparada con esa que llaman crema Nívea, pero quienes son sarcásticos expresan que se le pasó la mano.
No sea el ser humano tan injusto, cuando expresa con verborrea, si tanto rechazo tiene por lo oscuro, puede pegar ahora su alarido, la ciencia le puede explicar de seguro, que negros somos todos, claro que, por la falta de Sol, estamos algunos muy desteñidos.
Y que bueno fuera que en una negra noche y en solitario conticinio al solicitar el auxilio, entre negras figuras se vea.
Lo cierto de todo esto y que quede como conclusión, dejo acá mi colofón, que cuando la noche está oscura, no pienso en hacer diabluras, aprovecho del silencio y de mi conticinio su donosura, para mi ocurrente producción en la escritura.
¿Y acaso puedes obsequiar al lector, ya como colofón una sencilla composición que tenga que con la introducción?
Nada nívea no puede ser la oscura y negra noche,
y no la comparo con el blanco mármol de Galatea,
tampoco con el vicio de blanco polvo para un toche,
empero, sin reproche hay negras obras que recrean,
blancos son los granos de arena de la playa en Coche,
que es paradisíaca isla para politicastros y su verborrea,
no aspiro verdes dólares, ni vil metal para el derroche,
gratis es mi obra en el afán de compartir con el que lea,
no me encadeno con más cuentos de un rey fantoche,
y con este verso pongo punto final a la negra idea.
- Hermes Varillas Labrador
Todos podemos hacer o tener silencios, pocos disfrutar de verdaderos conticinios. - @tonypotosino
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Programa 65 - Sin horario ni fecha en el calendario
Parte 1
https://drive.google.com/file/d/1wLR6exFCRlN9KCb64_dBxR5cVL3Mmi_o/view?usp=drive_web
Parte 2
https://drive.google.com/file/d/1skQUbErtgGie74kk1Rs6XciEjcMy20qP/view?usp=drive_web
Parte 3
https://drive.google.com/file/d/1bPCnTPbuvV4mU_3nVmQ6SCvdCWwC9VLO/view?usp=drive_web
- Autor: Poemas Potosinos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 29 de enero de 2022 a las 08:35
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 15
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