Una prodigiosa telaraña
está lista por tu casa,
con sus hilos plateados
que se cruzan y que cazan.
Es el fruto de un artrópodo,
(no es insecto nuestra araña),
que nos deja su excremento
paso a paso con puntadas.
Nuestro hilo, misterioso,
es experto, sin granadas,
en la caza de las moscas
que se pegan a sus babas.
Y allí quedan coleando
las benditas moscas dadas,
mientras mira su agonía
una araña patilarga.
Pero sigo con el hilo
y me largo de la caca,
ya que hay moros en la costa
y galeras con piratas.
Sé que buscan horizontes
sin tormentas, con bonanza,
porque quieren, de los mares
otras redes y otras mallas.
Es el timo "la estampita",
yo te doy y tú me engañas,
y al final quedas en cueros
sin comerte una calandria.
"Calamares rebozados",
ofrecían en las plazas,
los curtidos marineros
hoy metidos en las tascas,
y es que es fiesta, y la Folía,
de una Virgen en su barca,
que pasea por el puerto,
entre salves y rondallas,
(qué desliz de las meninges
que confunden las palabras,
de rondallas, caprichosas,
con marinos y "Picayas")
Ya me voy, no se preocupen
con un brindis a las ranas,
y otro más a las alturas
donde brincan las arañas.
Pd...
Con permiso, me retracto,
la "bendita telaraña,
es prodigio de una mente
que nos guía con templanza.
Rafael Sánchez Ortega ©
13/01/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 8 de febrero de 2022 a las 07:28
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: Paco Jose Gonzalez, Mauro Enrique Lopez Z., migreriana
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