Quiero contener mi vida en esa rosa

Quiero ser el pétalo eterno en la fragilidad de una vida,
y aún caído explorar el vaivén de aire travieso,
llevarme la esencia que perfuma tus noches
y desde el rosal perderme en tu trama fugaz.
No pretendo ser la pluma sino la musa enmarañada
que retome en tus versos el romance vivido,
si es que una rosa le puede al olvido
y el rosal es mi dueño en algún desatino.

Quiero regalarte una rosa roja de petalos floridos, que anuncian que el amor llego a tu corazon y hoy presume de esa felicidad que embarga a los enamorados, donde una sola flor basta para sentirse idolatrados, mejores, con deseos de corresponder esas ganas de amarse aunque haya lluvia o haya frio.
Quiero darte esa rosa que nadie mira, pero que yo elegi para ti , para que este contigo, para que sepas en mi ausencia, que te quiero, que soy el hombre que te desea como a nadie en la vida,
Por que eres tu mi rosa bella, de petalos curtidos por la vida, por relaciones de antes, que te enseñaron que el amor verdadero lo encontraras conmigo, cuando te dejo una rosa en la repisa, y sepas que ayer me acorde de ti, de la esencia del amor, que se hace grande con pequeños detalles, como una montaña de flores que nos perfuma al momento de entregar nuestros cuerpos, al momento de amar.
Jorge Serra.

Cuando te esperaba, te imaginaba en una rosa,
buscando con tus manos mi yo interior,
desnudando mis pieles y acariciando mi esencia.
Musa de mis amores, dueña de mis versos,
huelo el aroma de tu sangre
y me hago rosal para cubrir tu corazón,
por cada latido fulgurante
en cada desatino,
pero amo también tus locuras.
Alguna vez sin pensarte,
te encontré entre los versos
dónde jamás podrá borrarte el olvido

Quiero contener mi vida en esa rosa
Adornara mis sueños y tus canciones.
Despiertara en mí,las emociones.
Como un campo de estrellas y arreboles.
Quiero beber de tus palabras, Alimentarme de tus deseos.
Ser el mejor medicamento para tus males.
Que no me faltes ni me extrañes.

Quiero igualar el alma de tus pétalos fragantes
ser esa fuga en las brisas y los olfatos
latir en el aroma de tus besos y tu abrazo
y fulgurar en el mismo sol de amorosos instantes;
fundir mis travesuras con tu desnuda aristocracia
realeza tuya, modestia mía, ¡quién pudiera, rosa
de los encantos, ser como tú, fulgor y fragancia,
elegancia y modestia, reina y sirviente, fugacidad de las cosas…!

Quiero vivir mil veces enamorada,
y en cada rapto: saber que me deshojas,
que podemos explorar nuestros infiernos,
duplicar el tiempo, permitirnos todos
los aromas del intento, saludar al sol que nos enciende, y repensar el beneficio de la duda,
asombrarnos de un momento poco probable y a veces,
sentir que somos niños para que mimar rompa
esquemas, rutinas sinsabores y sentimientos allanados.