APARIENCIAS

Gonvedo

Diría que no es noche

todo lo que la oscuridad abarca,

y que en cada mirada que no sueña

acecha una tempestad.

Hay campanas

tañendo a niebla y  neón

despertando las voces dormidas

que aún resuenan en el pecho baldío.

Y en la memoria habita una luz

de un tiempo que era otro.

 

Amé tu desnudez frente al espejo.

Tu cuerpo un animal lleno de vida,

agreste orografía convulsa

entre las yemas de mis dedos.

Dedos de unas manos llenas de dudas.

 

Olvidé tu nombre,

el color de la pintura de tus labios,

incluso si llegaste a sonreír.

Mientras me hablabas

tu familiar voz me era desconocida.

Solo tus ojos

lograron sacarme de las sombras.

 

Tu boca,

dueña de sus palabras

y de sus silencios,

circunloquio de niña traviesa

clamor hace de un beso

en un tímido suspiro,

no con el fervor de los conversos

sino como las aguas

buscan el cauce del río.

Así busco yo tu boca.

 

Queriendo volar,

aprendimos el idioma de los pájaros,

y al levantarse la noche

pusimos pie sobre los tejados,

pero en el adulto cielo

nuestras alas eran débiles,

y el viento sabía de la honda raíz

que a la tierra nos amarraba.

No obstante, dejamos el pábilo encendido,

pues no desconocíamos que en el aire

no hay dos pájaros iguales.

 

La noche

es un fragor de anclas,

sombra de árboles lloviendo sobre el pecho,

naufragio de cuerpos consumidos

en madrugadas ciegas que arden sin saberlo.

La noche

es el hechizo del abismo

cuando el océano se acantila en brumas

de nostalgia y el horizonte se pierde

en el párpado apagado de una herética quimera.

 

Si acaso fueras un sueño,

deja que mis ojo permanezcan eternamente cerrados,

que la vida sea una noche entera

en la que andar a tientas guiado de tu mano.

Si acaso fueras un sueño,

búscame acomodo entre tus brazos

por si alguna vez pudiera perderme entre el frío y la oscuridad.

Si acaso fueras un sueño,

no turbes mi ánimo con pesadillas,

y permíteme como a un niño que siga disfrutando

entre montañas de azúcar y olas de chocolate.

 

Una mujer como tú

humedece sus cabellos

en el dorado estanque de sus sueños,

y abre su corazón a un desconocido por una noche

esperando que algún día llegue su príncipe.

 

Como un bálsamo,

busco el rayo de sol entre las nubes

e intento que mis pasos se mantengan firmes

sobre las huellas de tus pies.

No puedo imaginar que estés tan cerca, incluso cuando te alejo.

Me pregunto si dejarías que el azar nos sorprendiera

cuando todos regresan a casa de madrugada.

 

 

"Pájaros de niebla"   (2022)

 

 

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Comentarios +

Comentarios4

  • Paco Jose Gonzalez

    Poema excelente. eres un gran poeta con mundo propio.
    Abrazos.

    • Gonvedo

      Muchas gracias, Paco Jose.

      Abrazos.

    • 🖤🍃Meigajaz ☯💞

      Sublime, me declaro admiradora total de tus letras amigo mío, me encantó!!
      Abrazos miles
      Jaz

      • Gonvedo

        Muchas gracias, Meigajaz.

        Abrazo grande.

      • yunque

        Muy grande esto que ofreces , un placer leerte, saludos

        • Gonvedo

          Muchas gracias, Yunque.

          Abrazos.

        • Gonvedo

          Muchas gracias, amiga Sami, por tus atentas y apreciadas palabras.

          Un afectuoso abrazo.



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