Nos volvimos viejos
Nos volvimos viejos y nos arrinconan las pesadumbres en las soledades
No queremos seguir mirando hacia adelante y ver otras realidades
Nos invadieron las canas y las arrugas, haciendo estragos aumentando nuestras edades
La soledad nos espanta a solas en las lúgubres oscuridades
Nos volvimos viejos y azotan por doquier pandemias, quejidos y crueles enfermedades
Ya nada nos inquieta, ni nos mueve los actos violentos, ni la rareza de las curiosidades
Nos volvimos viejos y ya se nos olvidaron las alegres tertulias y las queridas amistades
Ya todo nos tiembla, nos inunda el caos, los miedos y las dificultades
Nos volvimos viejos y no nos damos cuenta, que el mundo marcha a grandes velocidades
Somos un estorbo y nulos en coordinar las lánguidas capacidades
¿Viejo yo? Cómo extrañamos el ayer, mis capacidades y el esplendor de mis calidades
Ya nada nos importa, ni el dinero, ni el poder, ni la riqueza, ni aquellas propiedades
Ya para qué tantas ansias e ínfulas, si vivimos agitados y atiborrados de ansiedades
Somos un don nadie, viejos y retirados, sin honores, como billete sin valor y sin cualidades
Somos un escaparate raído y vetusto, que hace estorbo para los otros en sus comodidades
Ya no existe fragor, ni emoción y mucho menos pasión en las aburridas intimidades
Nos volvimos viejos y sólo esperamos marcharnos muy pronto al confín de las eternidades
Ya para los viejos no existe ni egos y mucho menos vanidades
Nos volvimos viejos hasta para el silencio, sin rumores, ni complicidades
Ya nadie nos recuerda por nuestros valores, ni por los trabajos, ni por nuestras sinceridades
Ya somos viejos destartalados, que con el sólo relámpago y los truenos, nos ponen a rezar que cesen las violencias y las horribles tempestades
Ya nos volvimos viejos y todo ha cambiado en la vida, las guerras, los rencores, la envidia y hasta los energúmenos con sus hostilidades
Sólo nos afana que llegue pronto la muerte silenciosa y nos deje atónitos sin perplejidades
Ya se cerraron todos los caminos florecidos, ahora vamos por los polvorientos, que nos colman de calamidades
Sólo nos queda en medio de nuestra lánguida soledad, contemplar el cielo azul infinito y pedirle a Dios, que nos lleve y nos arrope en la gloria de sus inmensidades
Ya nos volvimos viejos y en verdad que estamos bien viejos, pero que importa, si ya vivimos la vida placentera y todas las verdades con sus mentiras y del horizonte sus realidades
“Joreman” Jorge Enrique Mantilla – Bucaramanga febrero 09-2022
- Autor: Joreman (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de febrero de 2022 a las 10:58
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 43
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