¿Qué nos queda más que la risa?:

Después del llanto
nacido de una profunda tristeza,
después del grito
testigo del inconmensurable dolor.

 Más allá de los días grises
y sin hambre que pasan tras la
oscurecedora cortina,
más lejos de los minutos ansiosos
con sudores gélidos y palpitaciones victimarias,
pasando de las penumbrosas horas
en las prisiones de los corazones rotos.

Después de todo eso,
después de las lágrimas,
lo único que nos queda es la risa;
vestigio supremo que somos más
que lo que nos desploma,
vestigio ultimo que antes
de llanto nacido de la herida,
la tuvimos a ella,
manifestada en una lluvia ocular alegre,
en la sincera sonrisa.  

Por eso, sabiendo que de los dolores
en el suelo nos podemos estrellar
¿Qué más nos queda que nuestra risa?
Esa, que garante de la alegría,
el cielo… nos hace explotar.