Cumbres nevadas,
repletas de ternura
y de pureza.
Estáis tan cerca
que siento vuestro abrazo
en esta imagen.
Llenas de vida,
vestidas de blancura
tan virginal.
Cumbres cercanas
cargadas de recuerdos
y de momentos.
¡Cuánto he gozado
subiendo por tus crestas
hasta la cimas!
Breves instantes
de sueños increíbles,
pero reales.
Y allí te amé,
mi dulce mariposa
y tú me amaste.
Fuimos felices,
en medio del silencio
de las montañas.
Y compartimos
los sueños y las tardes,
"y sin palabras"...
Rafael Sánchez Ortega ©
23/01/22
- Autor: Pyck05 ( Offline)
- Publicado: 14 de febrero de 2022 a las 06:49
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 28
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