Parsimonia

Haz Ámbar

Todo gira en mi cabeza,
las nubes se han vuelto oscuras.
Medito sobre esta tierra
que da de sí buenos frutos,
luz que surge de adentro
entre los muros
que separan
esta realidad de cualquiera otra.
Me busco incansable
hasta que doy con un sitio
donde sentarme
a ver como el viento
ondula los árboles...
Mientras me voy diluyendo
entre palabras de terciopelo
viendo un cielo que nace
en la voz de la lluvia
al caer tan ligera
que piensas que se acaba,
que sí, que es el fin
de las noches tan largas...
Voy a escribir un poema
con las lágrimas
que se niegan
a escapar de mi rostro,
veo en ellas
reflejadas estrellas de lo más remoto.
Voy a cantarte hoy un verso
de pena,
a fundir mis cadenas
con tan solo sentirte aquí dentro
(el amor pasajero
en su vuelo
va dejando pedazos del éter
que hay entre nosotros
y las personas que nos son
más indiferentes).
Qué placer estar muerto
y poder aún moverse
agitando los brazos
creando así nuevos lazos
con el mundo que crece
a bandazos
perdido en la dicha el recuerdo
de unos labios
que muerdo
con ganas de probar mi remedio,
de saltar y saltar,
ir bailando conmigo
en una lucha letal
que me atenaza los nervios.

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